Feb 7
EE. UU. suspende la ayuda exterior mientras Ecuador enfrenta una crisis humanitaria y migratoria
Las órdenes ejecutivas del presidente Trump que suspenden la ayuda exterior afectan a Ecuador, poniendo en riesgo el apoyo al asilo, la regularización de migrantes y la estabilidad regional
Migrantes ecuatorianos, con las manos y los pies esposados, hacen fila para abordar un avión en el aeropuerto Albrook Gelabert de Ciudad de Panamá el 29 de agosto de 2024, durante su deportación. (Martín Bernetti/AFP, con licencia de Getty).
En diciembre de 2024, CEDA publicó un innovador informe de investigación sobre la violencia, la migración y el desplazamiento en Ecuador.
Tras la publicación de este informe, el presidente Trump asumió el cargo el pasado 20 de enero y de inmediato emitió una serie de órdenes ejecutivas con profundas implicancias para Ecuador y la región en su conjunto. Entre ellas, la Orden Ejecutiva sobre la Reevaluación y Reorientación de la Ayuda Externa de Estados Unidos y, luego, una Orden de Suspensión de Trabajo para contratos y subvenciones existentes. Estas órdenes detuvieron efectivamente toda la ayuda extranjera, incluyendo la ayuda humanitaria y ayuda para el desarrollo. Junto con una serie de acciones ejecutivas restrictivas en materia migratoria, estas órdenes reconfigurarán de manera fundamental el panorama migratorio en el hemisferio occidental, modificando no solo las tendencias migratorias, sino también la estructura de la cooperación intergubernamental y regional en materia de gobernanza migratoria. Dadas estas transformaciones drásticas, algunas de las recomendaciones presentadas en este informe ya no son viables bajo el marco actual de políticas y asistencia de Estados Unidos.
La suspensión de la ayuda tendrá implicancias inmediatas para Ecuador, entre ellas:
Las poblaciones vulnerables—incluidos los ecuatorianos desplazados internamente y los solicitantes de asilo colombianos recién llegados—quedarán sin el apoyo crítico necesario.
Las iniciativas de regularización de Ecuador para venezolanos y otros migrantes están ahora en riesgo, lo que pone en peligro los esfuerzos para brindar estabilidad a las poblaciones refugiadas y migrantes.
Las Oficinas de Movilidad Segura de EE.UU. y las vías de “parole” asociadas para los refugiados y migrantes en la región han sido eliminadas.
Las autoridades estadounidenses se han comprometido a aumentar las deportaciones, lo que implica que muchos ecuatorianos actualmente en EE.UU. sin estatus legal serán forzados a regresar, ejerciendo una presión adicional sobre Ecuador en un momento delicado.
Este cambiante panorama de la gobernanza migratoria debilita aún más la capacidad de los refugiados y migrantes para encontrar refugio, seguridad y oportunidades de integración. La suspensión de la ayuda externa anula los esfuerzos para abordar las causas estructurales de la emigración y puede conducir a la intensificación de una crisis migratoria regional, ya de por sí compleja.
Ante la ausencia del compromiso humanitario de Estados Unidos, CEDA insta a otros socios internacionales y humanitarios a respaldar los esfuerzos de Ecuador en materia de gobernanza migratoria en este momento crítico. CEDA continuará monitoreando la evolución de la situación y abogando por respuestas que prioricen los derechos humanos y la protección en este nuevo escenario.
Lea el informe: